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Ganadería intensiva y extensiva
La ganadería es aquella actividad primaria que se dedica a la domesticación y cría de animales para que sean consumidos por las personas. Existen distintas clases de ganadería, entre ellos se encuentran los siguientes:
Ganadería intensiva
En esta forma de practicar ganadería los animales se hayan estabulados. En la mayoría de los casos, se los mantiene bajo luz, temperatura y humedad que han sido creadas artificialmente. Con la estabulación lo que se intenta es aumentar la producción en el menor tiempo posible, por lo que los animales son alimentados con productos enriquecidos.
Las desventajas que puede generar la ganadería intensiva es el elevado consumo de energía, la contaminación que genera y que esta actividad no puede practicarse de forma indefinida. Las ventajas que presenta son la generación de productos homogéneos, que satisfacen fácilmente las necesidades del mercado a gran escala; permite adaptar fácilmente la producción a las necesidades del mercado y, por último, genera una elevada productividad.
Ganadería extensiva
Esta se caracteriza por la crianza de animales en ecosistemas naturales, que han recibido ciertas modificaciones hechas por el hombre. Esto lo que permite es utilizar el territorio por largos períodos de tiempo ya que dependen de los ciclos naturales. En esta forma de practicarse la ganadería los animales se alimentan de pastizales, hierbas o prados.
A diferencia de la ganadería intensiva, esta se caracteriza por no requerir importantes cantidades de energía. Además de esto, esta actividad promueve la conservación del ecosistema natural. Las desventajas en relación a la intensiva, es que es menos eficiente y no proporciona productos tan homogéneos o adaptables a la necesidad de los consumidores.